En cuanto a tu comentario, sí, el discurso occidental (socio-histórico-artístico-cultural), queramos o no, es autoritario. Pero incluso yo diría más: cualquier discurso es autoritario, venga de donde venga. Uno tiene siempre que ser consciente del lugar desde el que habla, porque sólo así se puede suavizar un poco la mirada (nunca del todo, creo). Mi estudio del arte latinoamericano será sesgado, sin duda, porque no trabajo en el campo de la física cuántica o de las matemáticas puras (que aún pueden tener algo de ilusión de imparcialidad, ¿o quizá no?). De todas formas (en mi defensa) diré que por ahora no pretendo poner etiquetas de ningún tipo, y que si estudio obras iberoamericanas es porque me interesan las producciones culturales surgidas en ciertos contextos; podría encontrar quizá otras producciones similares en otros continentes, pero bueno, al final siempre hay que seleccionar y acotar. Además para mí la categoría de "latinoamericano" no se refiere sólo al lugar de nacimiento o los orígenes familiares o ¿étnicos?, sino más bien al contexto socio-cultural-geográfico en el que se crea la obra (por ejemplo, Francis Alys es, o ha sido durante un tiempo, latinoamericano).
Pero bueno, lo fundamental: WELCOME BACK!