martes, 22 de noviembre de 2011

paradojas

"La paradoja y, en especial, el interés por una visión que huya del formulismo reductivo de la moda se encuentran servidos: el arte latinoamericano para ser ha de dejar de ser, es decir, ha de abandonar el discurso de la razón del poder. No se trata, por lo tanto, de que el arte latinoamericano ocupe un espacio que le ha sido secularmente negado, sino que él mismo niegue el carácter unívoco y totalitario del propio discurso en el que se sustenta la actividad artística occidental, un discurso que, consciente o inconscientemente, ha generado no sólo las reglas de todo juego artístico sino su historia, su validez y su legitimidad, aspectos todos ellos que ahora intentan continuar siendo revalidados ampliando sagazmente las referencias monoculturales. El problema, por consiguiente, no se encuentra en la necesidad de rehacer el discurso histórico (o, incluso, el artístico) desde perspectivas multiculturales sino en cuestionar dicho discurso en sí mismo, dado que éste es incapaz de asumir un sentido no lineal y, por lo tanto, no autoritario o no hegemónico. El discurso de la historia y, de manera muy especial, el discurso histórico que sobre el arte se realiza, está por definición destinado a asumir un papel reductor dado que el propio concepto de arte que se toma como punto de partida responde a un modelo ideológico y cultural muy determinado".
Pérez, David, "Pluralismo e identidad: el arte y sus fronteras" en Jiménez y Castro (eds.), Horizontes del arte latinoamericano, Madrid: Tecnos, 1999, pp. 24-25.

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