domingo, 29 de enero de 2012

iconología del intervalo (o algunos párrafos de lo que estoy leyendo y trabajando)

... He allí por qué, para Walter Benjamin, la historia del arte recomienza de ese modo: porque la imagen está en adelante ubicada en el mismo centro, en el centro originario y turbulento del proceso histórico como tal. Pero ¿por qué una imagen?
Porque en la imagen el ser se disgrega: explota y, al hacerlo, muestra -pero por muy poco tiempo- el material con qué está hecho. La imagen no es la imitación de las cosas, sino el intervalo hecho visible, la línea de fractura entre las cosas. Aby Warburg ya decía que la única iconología interesante para él era una "iconología del intervalo"...

... ¿En qué la imagen es un fenómeno originario de la presentación? En lo que reúne y, por así decirlo, hace explotar junto con las modalidades ontológicas contradictorias: de un lado la presencia y del otro la representación, de un lado el devenir de lo que cambia y del otro la estasis plena de lo que permanece. La imagen auténtica será entonces pensada como una imagen dialéctica...

... ¿Se comprende ahora por qué la imagen aparece en el corazón mismo del proceso histórico? Porque la historia se disgrega en imágenes y no en historias", afirma Benjamin...

... Pero la imagen desmonta la historia en otro sentido. La desmonta como se desmonta un reloj, es decir, como se desarman minuciosamente las piezas de un mecanismo. En ese momento, el reloj, por supuesto, deja de funcionar. Esta suspensión, sin embargo, trae aparejado un efecto de conocimiento que sería imposible de otro odo. Se pueden separar las piezas de un reloj para aniquilar el insoportable tic-tac del tiempo marcado, pero también para entender mejor cómo funciona, incluso para arreglar el reloj que se rompió...

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